Las carillas dentales son un recurso de reparación dental, que se han convertido en un tratamiento muy utilizado para mejorar la estética bucal. En la práctica, muchas sonrisas perfectas y muy blancas son el resultado de la colocación de carillas dentales.
También llamadas ‘facetas de cerámica’ y ‘frentes laminados’, las carillas dentales son prótesis de porcelana que se adhieren a la pared anterior de cada diente. Se utilizan para reparar el color y para corregir defectos e imperfecciones de la superficie de las piezas.
El efecto de la sonrisa es muy importante para la autoestima de la persona. La expresión de la cara y la boca es lo primero que una persona ve cuando conversa con otra. Por lo tanto, mostrar dientes perfectos genera buena imagen. Las carillas dentales permiten al paciente sentirse seguro y cómodo con su dentadura.
¿Cómo es el procedimiento para colocar las carillas dentales?
La colocación de carillas dentales es un procedimiento que no exige una intervención muy complicada ni dolorosa. Se trata de un tratamiento poco invasivo, que no requiere modificar la forma original de los dientes del paciente.
La carilla de adapta perfectamente a la forma de la cara de cada diente. Es una fina lámina de porcelana que se pega con un tipo de resina que no es visible externamente. Se superpone al esmalte dental y no se necesita alterar el tejido dentario.
La evolución de los materiales disponibles y el avance de las técnicas permiten obtener excelentes resultados con este sistema reconstructivo. Tanto en aspecto como en duración, la reparación estética con carillas dentales realizada por un buen profesional tiene elevado porcentaje de éxito.
El tiempo de adaptación después de colocadas las carillas dentales es mínimo. Una vez que el cemento está firme, la persona puede comer y hablar con normalidad, por lo que la recuperación es casi inmediata.
Duración y cuidados de las carillas dentales
La duración de las carillas de porcelana dependerá de cada paciente, especialmente de sus hábitos. Bien colocadas y atendidas, pueden durar quince o más años. Algunos cuidados básicos:
- La higiene es fundamental. Mantener una higiene bucal adecuada es prioritario para conservar las carillas dentales. Lo ideal es lavarse los dientes al menos tres veces al día, preferentemente después de cada comida. De esta manera, se evita la placa bacteriana y la gingivitis.
- Hay alimentos y bebidas que pueden alterar el color o dañar las carillas dentales. El café, el vino, el té, algunas salsas con muchos pigmentos y el tabaco pueden cambiar la tonalidad y manchar las carillas cuando se consumen en exceso. Hay que tener cuidado al morder alimentos muy duros, como frutos secos, por ejemplo.
- En el caso de los deportistas, es conveniente que usen protectores dentales. Un golpe duro puede provocar rupturas de las carillas y hasta de las piezas dentales.
Las carillas dentales son un buen recurso para resolver el problema de la estética de la dentadura. Es un tratamiento que requiere precisión, por lo que hay que asegurarse que el profesional domina la técnica. Siempre es muy recomendable acudir a una clínica dental que garantice los resultados, como así es nuestro compromiso en el Centro Odontológico Reina Victoria de Elche.